La travesía por "Banco Azteca" de Asuka - Pt. 2

El inicio de mi negocio

En el capítulo anterior vimos que abrí una cuenta en Banco Azteca (más exactos la de Guardadito) de forma cómoda y segura, sin los malestares y trabas que mencionaban en Apestan.com. Como cuento tan sólo con cincuenta pesos en dicha cuenta, he decidido volver a la venta de dulces en la escuela. 

Es curioso puesto que vender dulces en la escuela se asemeja como a meter cocaína a una prisión, estoy llena de presión y tengo que tener cierto cuidado de que ningún prefecto entre para descubrir que estoy lucrando en la escuela, por alguna razón no está permitido en el reglamento.

Así que me veo en la obligación de esconder en una bolsa mis suministros. Cerca de mi casa hay una dulcería (que siento que da algo caro comparado con las dulcerías de Xochimilco), en donde me surto con gomitas azucaradas, chocolates, paletas y alguna que otra galleta.

Esta vez, me he surtido de Gummy Pop, Mini Mamuts, Carlos V Stick, paletas de corazón sabor chocolate, paletas de chamoy, 100g. de Kisses Hershey's de sabores surtidos y 100g, de chocolates marca Teens. Por supuesto no llevaré todos estos artículos de un solo golpe, tienen que caber en mi mochila, así que llevo a lo má 10 o 15 de cada uno, excepto los comprados por gramos, ya que son más pequeños y fáciles de transportar, por ejemplo que quepan en la bolsa de mi chamarra.

Al finalizar la venta de estos dulces, he resultado con la cantidad de $87, de la cual habré de depositar  sólo $50 en mi cuenta de Guardadito. Así que esta es mi experiencia al hacer el depósito:

Primero quiero saltarme la parte en donde narro que al llegar a la base del metro, queriéndome ir a Avenida Tláhuac me perdí en Canal de Garay, pero afortunadamente encontré un Elektra en las cercanías. Al entrar, debido a que debía llegar temprano a la escuela, fui a la Caja Express, en donde al principio creí que era sólo cuestión de pasar la tarjeta por el lector, pero resulta un movimiento mucho más simple que eso.

Los cajeros de Banco Azteca tienen una pantalla Touch, o sea, no hay botoncitos. En la pantalla, aparece una opción que dice algo como "Realizar Depósito". Al abrir dicha opción (recuerdo, hay que tocar la pantalla), nos pedirá ingresar el número de tarjeta. Tenemos que digitar la serie de 16 números en grupos de cuatro que están al frente de nuestra tarjeta. Una vez hecho esto y confirmado por el sistema de que la cuenta existe, nos mostrará el nombre del propietario. Si aparece un nombre de alguien que no conocemos, entonces cancelamos la operación y volvemos a digitar la cuenta, pues posiblemente la capturamos mal y nos llevó a la cuenta de alguien más. Ya que tengamos nuestro nombre en pantalla (o el nombre de quien queramos depositar), escribiremos la cantidad que vayamos a depositar.

Cuando nos de la indicación, introduciremos el dinero en la caja. Acepta billetes, y en caso de monedas, acepta a partir de un peso hasta cinco. Es decir, no introducir monedas de diez pesos ni de centavos. Una vez que el dinero sea aceptado, nos dará la opción de imprimir un ticket sobre la operación. En lo personal recomiendo hacerlo, ya que en caso de alguna aclaración los necesitaremos para demostrar que tenemos la razón (o sea, no pinches teatritos). ¿No puedes introducir el billete? Intenta dando la vuelta al mismo, y verás que lo acepta. Igualmente empujándolo un poquito más para que lo tome. En caso contrario pide asistencia o acude a caja. Pero bueno, ya que tengas el ticket, supongo que te gustaría checar que el saldo sea correcto.

Para eso tienes que seleccionar la opción "Consulta de saldo". Volveremos a capturar el número de cuenta, pero a diferencia del depósito, deberemos poner el índice derecho en el lector de huella digital. O sea, sólo la persona que abrió la cuenta puede checar y sacar dinero de la misma. Una vez que ha validado la huella, nos dirá cuánto es nuestro monto, y podremos también imprimir el ticket (igualmente recomendable).

En la siguiente aventura, posiblemente vaya a retirar algo de dinero, ya que me está urgiendo un nuevo corte de cabello. Sigan bellos