La fiebre del método KonMari

En enero del 2019, Netflix estrenó su serie "¡A ordenar, con Marie Kondo!" Para quienes no la conozcan, Marie Kondo es la autora de los libros "La Magia del Orden" y "La Felicidad después del Orden", donde explica a detalle la filosofía y el procedimiento del que ella misma llama método KonMari.


Para quienes jamás hayan escuchado de ello, el método KonMari se basa en conservar todo lo que nos cause una sensación de felicidad, y desechar o donar todo lo que no nos cause esa sensación. Ella define como un "chispazo de felicidad" lo que debemos sentir con las cosas que nos quedaremos.

Tengo que admitir que ésto me sonaba muy infantil, y que me era una excusa perfecta para el almacenamiento compulsivo. Además de lo que para mí y otros conocidos era "señalar la obviedad" ante el consejo de guardar las cosas en cajas. Pero fue cuando pensé, si es tan obvio lo que ella dice, ¿por qué mi casa sigue tan desordenada?

Empecé entonces a ver la serie. Podría definirla como una versión zen de "Acumuladores" en algunas ocasiones. La mayoría del tiempo nos da lo que nos promete: ver a Marie Kondo enseñando a gente a cómo organizar sus hogares. Pero en poco tiempo noté que hay algo más allá en el simple hecho de organizar tu casa. Marie se enfocaba mucho en saber la razón que había detrás del deseo de organizar.

Así entonces nos encontramos con una pareja que quiere ser tomada en serio por sus padres; un matrimonio que no sabe cómo empezar a sentir su nuevo hogar como, precisamente, un hogar; una pareja que espera su primer bebé y necesitan deshacerse de sus vicios consumistas; una mujer que espera poder superar la pérdida de su esposo, entre otras tantas historias.

Para ver la serie —y entender su éxito— tenemos que tener algo en claro: somos adictos al morbo. A ver personas llorando mientras la familia pelea entre sí por no saber desprenderse de sus recuerdos, incluso con el host gritando que nada está bien en este lugar. La serie de Marie Kondo no es así. Nos muestra a familias que aprenden paso a paso y se ayudan entre todos a dejar los recuerdos. A personas que aprenden a valorar sus objetos y a apoyar a la gente que aman. Y la presentadora, actúa de forma cariñosa y hasta bromista para enseñarles su filosofía y técnica.


Ahí entonces empecé a preguntarme si el método realmente funcionaba. En la pantalla veía gente contenta, satisfecha con las enseñanzas de su mentora y dispuestos a mantener esos hábitos sanos que habían aprendido. Así que puse manos a la obra, y sin leer los libros aún, decidí arreglar mi habitación.

Para no hacer el cuento largo, tardé un día y medio en una sola recámara de una casa entera —vivo con familiares, donde cada quien se ocupa de su espacio—, y tengo que decir que fue una experiencia  si bien cansada, a la vez grata y magnífica. Al final de todo el proceso, me deshice de seis bolsas de basura, entre ellas dos de ropa lista para ser donada/regalada, dos bolsas de libros, revistas y documentos que ya no tenía sentido tener en cajas, y otras dos bolsas llenas de juguetes viejos, baratijas rotas, y demás cosas inservibles. 

Simplemente no me creía que pudiera haber guardado tantas cosas en tan poco espacio.

Además de encontrar cosas que evocaban recuerdos que iban desde lo dulce hasta lo incómodo, el buscar alegría en los objetos y agradecerles cuando ya se van a desechar cura el alma como no imaginan. Quedé sorprendida de ello, pues algo que me parecía absurdo se iba volviendo poco a poco algo que se tomaba de la mano con la practicidad y el sentido.

Al terminar todo el proceso de descarte y de acomodo, se podía sentir como si un peso se te quitara de encima. Creo que era una parte de lo que Kondo definía como "magia". Y fue increíble ver zonas de mi cuarto que hace tiempo que no veía vacías, y dejaban una sensación de tranquilidad asombrosa. No cabe duda, Marie Kondo es ciertamente inteligente. Lo cual me hace pensar en los reportajes y notas donde decían que el método KonMari no funciona en la gente occidental, o que es un método para personas pretenciosas. ¿Acaso estamos siguiendo el mismo método?

Así que, sí, puede que termine comprando "La Magia del Orden", y no me importa que digan que me ha influenciado una estrategia de Marketing sólido como lo es —obviamente— la serie de Netflix. He comprobado que es un método que otorga resultados. Posiblemente aprendiendo la filosofía completa, me rinda más resultados positivos.

Comentarios

Entradas populares de este blog